
Las investigaciones científicas han comprobado que el hemisferio derecho (HD) tiene más que ver con las relaciones espaciales que con las lógicas, con la intuición, lo estético y lo religioso. Su captación es de los hechos es gestáltica, simultánea, lo que permite la construcción comparada con nuestros semejantes e interviniendo activamente en la posibilidad de comprender los componentes no verbales de las interacciones sociales. La clínica permite observar que si en desarrollo se establecen procesos mórbidos de estatuto disfuncional las manifestaciones dependen tanto de los antecedentes bióticos del niño (pre, peri y postnatal), como de la historia vivencial y de la organización de la realidad que resulta de la dinámica de los factores citados. La forma particular en la que dichos factores se combinan da como resultado diferentes síndromes que en muchos casos, por presenta características parcialmente similares, conducen a diagnósticos equívocos.
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Incidencia de las disfunciones del Hemisferio derecho en la estructuración neuropsicocognitiva